María Asunción Sandoval. La primera abogada mexicana.

Por: Francisco de Alcalá

La presente biografía está dedicada en su totalidad a mi madre, quien siempre ha luchado en pro de los derechos de la mujer.

Génesis

Poco se sabe de la vida de María Asunción, pero se ha podido averiguar que su nacimiento fue en la época del Porfiriato, alrededor del año 1876, además, perdió a su madre a temprana edad y su padre no era precisamente acaudalado; lo que en el México del Siglo XIX significaba crecer y vivir en el oscurantismo, sin acceso a la educación,  en donde imperaban con fuerza los estereotipos sociales que imponían a las mujeres, como única opción de vida, ejercer como esposas, la maternidad y las labores domésticas; tan solo de imaginar el empeño, la fuerza y la visión que debía tener María para ir en contra de todo lo establecido, se dibuja como algo imposible de lograr; sin embargo,  María Asunción inicia la educación media superior en la Escuela Nacional Preparatoria (ENP), y perteneció a la primera generación de mujeres que egresaron de la misma, como parte de la generación 1882-1890.

Iniciando el sueño de vestir la toga

Después de concluir sus estudios de preparatoria, y a pesar del estigma social y la oposición de la comunidad académica, María logra ingresar a la Escuela Nacional  de Jurisprudencia (ENJ), es decir, fue la primera mujer en matricularse en la carrera de Derecho, que hasta antes de la inscripción de María Asunción, había sido eminentemente masculina; entre los muchos obstáculos que tuvo que enfrentar María Asunción, estaba la clara y manifiesta contrariedad de sus maestros, pues éstos consideraban un insulto, una molestia, una afrenta, el hecho de  enseñarle Derecho a una mujer. Situación que no estaría exenta de debate en la opinión pública, pues la división de actividades entre hombres y mujeres estaba clara, a las mujeres les correspondía desarrollarse en la esfera privada: en el hogar; por lo que una mujer educada para argumentar, alegar y defender en el foro a “otros”, estaba fuera de todo lo establecido, rompía con el orden natural de las cosas.

Leal a sus principios y firme en su vocación, María Asunción no cedió ante la presión social, ni ante el escrutinio público ni frente a sus catedráticos; siguió destacando en sus clases y pasantías, incluso llego a impresionar al mismísimo General Porfirio Díaz, quien a pesar de todos los errores que cometió durante su gobierno, podemos destacar  ciertas proezas, entre ellas, ser un hombre visionario, con capacidad de apoyar la inclusión de las mujeres en el ámbito universitario, pues le otorgó a María Asunción una beca por su destacada dedicación en los estudios.

Después de 6 años (tiempo en el que antes duraba la carrera de Derecho) María Asunción presentó su tesis, compuesta de 19 páginas, titulada: “Derechos del hombre como base de la unidad de legislación en el Derecho Civil”, después de una hora y quince minutos de examen profesional, y de haber contestado de manera precisa las preguntas de los sinodales, María Asunción Sandoval se gana su amada toga, era oficialmente Licenciada en Derecho.

Defensora de la Mujer Mexicana del ayer y hoy

Una vez concluidos sus estudios, inmediatamente adquirió fama pública, pues el primer caso que toma bajo su estudio y defensa, fue el de una mujer acusada del asesinato de la amante de su esposo, logrando comprobar ante los tribunales competentes su inocencia; nuevamente María Asunción se distingue por tomar aquellos litigios que le permitían defender a los más desfavorecidos, apasionándose por la defensa de las mujeres en situación de desgracia; donde los demás abogados (hombres) veían a la única mujer abogada del país, como la acreedora de los casos “menos relevantes”, María veía la oportunidad de avanzar en beneficio de todas las mujeres.

Además, María Asunción se unió a la revista feminista “La Mujer Mexicana”, que a diferencia de otras revistas de la época, abordaba los problemas que padecían las mujeres, y pugnaba en cada artículo por la necesidad de promover y facilitar el acceso de las mujeres a la educación formal; a través de éste medio, María apoyaba a las mujeres. La vida de la primera mujer abogada en México, es una historia de lucha constante, de perseverancia, y de un intenso amor por la igualdad y la libertad de las mujeres.

Estoy cierto que la mayor riqueza que puede tener cualquier persona es el ejercicio de su libertad en condiciones de igualdad; por ello, mientras existan abogadas que luchan por los derechos de todas las mujeres en el mundo, seguiremos disfrutando del innegable legado que nos ha dejado María Asunción Sandoval.

Francisco de Alcalá, es un apasionado de la literatura, las humanidades y ciencias sociales. Cree en el Alma de la Toga y sueña con vestir y honrar una.